respetados en su sociedad y las escuelas cristianas son muy apreciadas por personas de todos los credos. Son un puente entre los diferentes grupos del país. Sin embargo, con el deterioro de la situación política y económica de los últimos años, muchos cristianos hablan de irse, aunque lo hacen con el corazón apesadumbrado. Es el deber de ACN infundirles nuevas esperanzas y ofrecerles una perspectiva de futuro para que se queden en este hermoso país. Y la Iglesia, que es un elemento central en sus vidas, también necesita ser fortalecida.
¿Cuáles son los próximos pasos de ACN?
Estamos preparando un paquete de ayuda de 2 millones de euros. El objetivo es, en primer lugar, ayudar a reparar los edificios que necesitan ser acondicionados antes de que llegue el invierno. Se trata principalmente de reemplazar los tejados, puertas y ventanas de los conventos, iglesias y algunas salas o edificios administrativos eclesiales. Un ingeniero, que ya ha sido de gran ayuda en nuestros proyectos de construcción de Iraq, me acompañó a Beirut donde pudo hablar con los arquitectos e ingenieros sobre el terreno. Esto fue muy útil y extremadamente importante.
¿Quiénes serán nuestros colaboradores sobre el terreno?
Nuestros socios de proyectos serán los obispos, sacerdotes y religiosas cuyos edificios han sido dañados por la explosión. La Iglesia maronita es la más grande del distrito pero muchos edificios de otros ritos (por ejemplo, el greco-católico y el latino) y de la Iglesia ortodoxa también han sufrido daños. Para repararlos necesitarán nuestra ayuda.