Entre los momentos más hermosos se cuentan, sin duda, los viajes. Mi primer viaje me llevó a Tanzania en 1994, el último a Sudán, en marzo de 2020, poco antes de la pandemia provocada por el coronavirus. La situación sobre el terreno ha cambiado mucho: antes, en una cabaña había una simple vela; hoy hay electricidad procedente de paneles solares. Todavía guardo todos los cuadernos con mis notas.
¿Por qué son importantes los viajes para su trabajo?
No es suficiente con recibir un proyecto por escrito para saber que se necesita un automóvil o la renovación de un centro de catequesis. Realmente necesitamos ver sobre el terreno lo que se precisa. Por poner un ejemplo: hace un año estuve en Congo-Kinshasa, en la arquidiócesis de Kananga, provincia de Kasai. Allí descubrimos que los baños del edificio del seminario se encontraban en un estado horrible. Pensé: «¿cómo es posible que estos futuros sacerdotes, tengan que vivir sin una ducha y en tales condiciones?». En marzo de este año recibimos la solicitud para llevar a cabo un proyecto, pero en ese momento, debido a la crisis del coronavirus, tuvimos que tomar lamentablemente una decisión negativa porque no había dinero. Pero ahora, hace dos días, pensé que teníamos que revocar esta decisión negativa. Esto fue el resultado de una visita al propio lugar. Tal vez nunca hubiera reaccionado así si no hubiera visto esta situación con mis propios ojos.
¿Tiene algo así como un «país favorito»?
Sí, yo diría que mi «país favorito» es Congo-Kinshasa. Estoy personalmente convencida de que este país, debido a su situación en el corazón del continente y a la alta proporción de católicos, tiene un papel importante que desempeñar. Las mujeres desempeñan un papel importante. Lamentablemente, el país es totalmente caótico debido a sus recursos naturales. Hay muchos más recursos naturales allí que en cualquier otra parte del mundo, es por eso que muchos países vecinos y de Occidente están muy interesados en el Congo-Kinshasa. Si hay recursos naturales en algún lugar, la guerra es inevitable. Pero la gente de allí tiene un ánimo, una energía, que es increíble.