Hoy, 19 de agosto de 2020, a las 11:29, para mi sorpresa y alegría, recibí una llamada telefónica de Su Santidad el Papa Francisco que me dio un gran consuelo. Dijo que está muy cerca del Obispo y de toda la gente de Cabo Delgado y está siguiendo la situación en nuestra Provincia con gran preocupación y ha estado orando por nosotros.
También dijo que el obispo debería decirle si hay algo más que pueda hacer. Le agradecí mucho este gesto y por mencionar durante la bendición Urbi et Orbi que pronunció el día de Pascua, 12 de abril, la crisis humanitaria que vive la Provincia de Cabo Delgado. Le dije que después de su mención de Cabo Delgado, hubo mucho más interés de todos (países, diócesis de varias partes del mundo, congregaciones religiosas, organismos internacionales, particulares) tanto de dentro como de fuera de Mozambique, y que a partir de entonces Cabo Delgado volvió al mapa porque parecía que ya no estaba. Dijo: "¡Muy bien!"
Hablé de la difícil situación de Mocímboa da Praia que actualmente está siendo asumida por los insurgentes y que dos religiosos de la Congregación de San José de Chamberry, que trabajan allí, llevan una semana sin contacto con la Diócesis, a lo que el El Papa respondió: "¡Qué tristeza! Prometió rezar por esa intención también.
El Santo Padre dijo que recordaba muy bien su visita a Mozambique en 2019 y que ya estaba preocupado por Cabo Delgado en ese momento. Pidió que lo que sea que necesitemos, podamos referirnos al Cardenal Czerny, del Dicasterio del Desarrollo Humano e Integral.
Le aseguré nuestra cercanía con él, el Papa Francisco, y le dije que oramos por él todos los días. Finalmente, dijo que está con nosotros y nos animó: ¡Adelante !, que significa ¡Adelante !, ¡Continúe! Para concluir nuestra conversación, envió su bendición apostólica a toda la gente de Cabo Delgado y Mozambique.