A pesar de que muchos miramos las cifras con esperanza, el Covid19 sigue siendo una amenaza muy presente. Dos obispos, uno en Bangladesh y Bolivia, murieron de Covid-19 esta semana.
El arzobispo Moses Costa de Chittagong, de 69 años, secretario general de la Conferencia de Obispos Católicos de Bangladesh, murió el 13 de julio en el Hospital Square de Dhaka después de una batalla de un mes contra el virus. Había sido hospitalizado el 13 de junio con problemas respiratorios graves y dio positivo por Covid-19 al día siguiente. Parecía mejorar e incluso dio negativo para el virus el 22 de junio, pero su condición empeoró nuevamente el 8 de julio y sufrió una serie de accidentes cerebrovasculares.
Su arquidiócesis dijo que la muerte del arzobispo Costa había dejado "a todos los fieles en un estado de tremendo shock". Otros que lamentaron la pérdida incluyeron al primer
ministro Sheikh Hasina, quien expresó "profunda conmoción y pena por la muerte del arzobispo Moses Costa".
Miembro de la Congregación de la Santa Cruz, el Arzobispo Costa había desempeñado varios cargos importantes además de su cargo en la conferencia de obispos católicos. Había dirigido el Seminario de la Santa Cruz y el Escolasticado de la Santa Cruz en Bangladesh y había sido rector del Seminario Nacional Mayor. El papa Francisco lo nombró arzobispo en 2017.
Dos días después, en Bolivia, el obispo Eugenio Scarpellini de El Alto murió el 15 de julio de Covid-19. El Consejo Municipal local aprobó un período de luto de 30 días en la ciudad de El Alto. "Con él le quita el cariño y la gratitud al pueblo boliviano", dijo la Arquidiócesis
de La Paz. El obispo nacido en Italia, de 66 años, ingresó en el hospital después de dar positivo por Covid-19, pero le siguieron dos ataques cardíacos y los médicos no pudieron salvarlo. Había estado en Bolivia por 32 años.
Ex Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana, acompañó al Papa Francisco cuando visitó Bolivia en julio de 2015. En 2017, asistió a la inauguración del mosaico de la santa patrona de Bolivia, Nuestra Señora de Copacabana, en los jardines del Vaticano.
En todo el mundo, cientos de sacerdotes y religiosos han muerto por el coronavirus. Otros dos obispos que se sabe que perdieron la vida en la pandemia son el obispo italiano Angelo Moreschi, que murió el 25 de marzo, y el obispo retirado Vincent Malone, de Liverpool, que murió el 18 de mayo. Tenía 88 años de edad.