Como Ayuda a la Iglesia que Sufre nos unimos a la celebración del Día Internacional de la Enfermera. Hoy más que nunca su labor abnegada se está reflejando en el día a díay salvando muchas vidas. Ellas y ellos cuidan, curan, educan, lideran, defienden y son fundamentales para prestar cuidados seguros, accesibles y asequibles
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El Día Internacional de la Enfermera se celebra el 12 de mayo en todo el mundo con ocasión del aniversario del nacimiento de Florence Nightingale. Primera mujer que hizo del amoroso cuidado de los enfermos una profesión. Antes que ella fueron muchas las mujeres que se aplicaron a cuidar a los enfermos, mujeres voluntarias y la mayoría de ellas religiosas, por lo que son muchas las congregaciones hospitalarias a través del mundo.
En lugares remotos de difícil acceso, siguen siendo religiosas las que se prodigan por enseñar hábitos de higiene, alimentación equilibrada y los cuidados médicos para sanar de cientos de enfermedades. Como Florence Nightingale saben que el agua potable, una barra de jabón y la eliminación de las aguas servidas son el mejor remedio.
Algo que puede sonar fácil en nuestras ciudades, pero cuando escasean estos medios y el agua hay que irla a buscar a un pozo que queda a varios kms se entiende porque la diarrea, la fiebre tifoidea y otras muchas enfermedades diezman a la población, especialmente a los niños pequeños.
Frente al coronavirus han mostrado su temple y experiencia, pero también la delicadeza de una madre y han hecho de puente entre enfermos y familiares. Distintas iniciativas las han llevado a ver cómo paliar en sus enfermos el sentimiento de soledad y angustia que les provoca la enfermedad y han ideado formas de contenerlos.
En Chile, Laura Debesa (lauradebesa@gmail.com), joven enfermera, lidera una actividad que invita a las personas a escribir cartas a los enfermos. A aquellos que están intubados, ella misma y otras enfermeras se las leen. Ha visto cómo este gesto alegra la vida y son muchos los que esperan su carta diaria. Y asimismo son muchos los que han encontrado desde el confinamiento una forma de ayudar y escriben a estos enfermos anónimos, que sin duda agradecen sus misivas.
Este año el llamado es a encender una vela por las enfermeras en recuerdo de la figura de Florence que durante las noches recorría los pasillos de los hospitales velando por sus pacientes.
En ACN apoyamos con recursos dispensarios en lugares remotos que brindan la única salud a la que muchos puede acceder. Son miles los pueblos que se encuentran a más de 200 kms del hospital más próximo y muchas veces esos kms son una barrera infranqueable por la falta de caminos o porque estos quedan destruidos por las inundaciones.
Tú también puedes ayudar a sanar vidas y convertirte en enfermera de corazón. https://www.acn-chile.org/donacion/
GRACIAS A CADA UNA Y CADA UNO, GRACIAS ENFERMERAS Y ENFERMEROS.