Los pocos sacerdotes tienen que caminar durante horas e incluso cruzar arroyos de medio metro de profundidad para visitar a los creyentes. Por todo ello, los sacerdotes no pueden visitar los pueblos tan a menudo como sería necesario para atender a los creyentes. En cambio, los catequistas viven ellos mismos en los pueblos.
En la Diócesis de Lolo hay un centro catequético para que los catequistas puedan recibir una buena formación básica y continua para su valioso ministerio. La formación de los catequistas dura dos años. Como normalmente ya tienen una familia, traen consigo a su esposa e hijos, para los cuales se ofrece alojamiento. Durante la formación de los padres los niños van a la escuela, y la diócesis paga las tasas escolares, el material didáctico y los uniformes escolares. También las esposas de los futuros catequistas asisten a diversos cursos, por ejemplo, de costura, economía doméstica, alfabetización, Biblia y Moral.
Los futuros catequistas reciben una formación tanto teórica como práctica para la pastoral y el anuncio de la fe. Al Obispo, Mons. Jean Bertin Nadonye Ndongo, le importa mucho la formación de los catequistas, y asegura que la mejora de su formación ha dado a la diócesis un “nuevo impulso” y se ha convertido en “fuente de inspiración”. No obstante, también añade que todavía se necesitan muchos catequistas bien formados, y por eso nos pide ayuda para que diez catequistas con sus familias puedan recibir formación. Nosotros le hemos prometido 13.000 euros para este fin.