La conversión de San Pablo (1542), obra de Miguel Ángel
Con ocasión de la fiesta de la conversión de San Pablo, este 24 de enero, la Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los cristianos. Una fiesta compartida con protestantes y ortodoxos.
En su catequesis del fin de semana el Papa explicó a los peregrinos presentes en la plaza de San Pedro el significado de esta fiesta. Y Si algo nos ha mostrado el Papa durante sus casi 6 años de pontificado es la importancia que da a aprender del otro y buscar aquellos puntos que nos unen para formar la gran familia cristiana.
El Santo Padre lo explicó de esta manera: El texto de la primera carta de san Pedro que hemos escuchado, centra la reflexión de la Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos. El Apóstol se dirige a la primera generación de fieles para que tomen conciencia del don que han recibido por el bautismo. Del mismo modo, todos nosotros, durante esta Semana de Oración, estamos llamados a redescubrir nuestro bautismo, y a hacerlo juntos todos los cristianos, católicos, protestantes y ortodoxos, dejando atrás lo que divide.
Compartir el Bautismo significa que todos somos pecadores y que necesitamos la salvación que Dios nos ofrece, todos experimentamos la misma llamada a salir de las tinieblas e ir al encuentro de Dios lleno de misericordia.
Precisamente en el bautismo, nos sumergimos en la fuente de la misericordia y de la esperanza, de la que nadie está excluido, esta experiencia de gracia crea un vínculo indisoluble entre los bautizados, de modo que nos consideremos realmente hermanos y miembros de un solo pueblo de Dios, capaz de anunciar las maravillas que Él ha obrado a partir del testimonio sencillo y fraterno de la unidad, así como del compromiso mutuo de poner en práctica las obras de misericordia corporales y espirituales, realizando así nuestra común misión de transmitir a los otros la misericordia que hemos recibido, empezando por los pobres y abandonados.
Al finalizar y despedirse de los presentes enfatizó: “En esta Semana de Oración pidamos que todos los discípulos de Cristo encontremos el modo de colaborar juntos para llevar la misericordia del Padre a cada rincón de la tierra. Que Dios los bendiga”.