Santo Padre enciende vela por la Paz en Siria durante el Angelus del Primer Domingo de Adviento.
Levantando la vela hacia la ventana, el Papa Francisco pidió que “estas llamas de esperanza disipen las tinieblas de la guerra”.
“Permitid que estas llamas de esperanza también alcancen todos aquellos que son víctimas de conflictos y tensiones alrededor del mundo”, añadió.
En el primer domingo de Adviento, que inicia la preparación de la Navidad, el Papa Francisco ha encendido la primera de las «50.000 velas por la paz en Siria», la campaña de Ayuda a la Iglesia que Sufre que busca reunir fondos para para enviar leche en polvo, medicamentos, calefacción, reconstrucción de los hogares, etc. a las familias cristianas de Siria, incluyendo regalos de Navidad para quince mil niños.
Al termino del Ángelus, con decenas de miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro, el Papa ha hecho propia «la esperanza de paz de los niños de Siria, martirizada por una guerra que dura ya ocho ños».
Tomando un grueso cirio blanco hecho en Damasco y adornado con las fotos de cuarenta niños -la mayoría de Alepo- Francisco lo ha encendido «junto a tantos niños sirios y tantos fieles en todo el mundo que encienden ahora las velas de la iniciativa Ayuda a la Iglesia Necesitada» en 23 países.
Los pequeños sirios pintaron los motivos que adornan los cirios. 50.000 niños, pertenecientes a diferentes religiones y oriundos de numerosas ciudades sirias gravemente afectadas por la guerra, entre ellas, Alepo, Damasco, Homs, Marmarita, Hasaka, Tartús y Latakia, se reunieron la semana pasada a colorear. Los niños han rezado y han pintado dibujos de la paz sobre sus velas. Cruces, palomas y mensajes de esperanza a través de los cuales los pequeños sirios, que son las principales víctimas del conflicto que aún continúa, han dirigido su petición de paz al mundo.
Ellos señalaban que desean paz, no sólo para ellos sino para todo el mundo: “Pienso en los niños de otros países. Quiero paz para todo el mundo”; “Espero que tengan paz y que Dios los bendiga y los mantenga juntos”. Eran algunas de sus expresiones.
Los fieles que repletaban la plaza de San Pedro, rezaron junto al Papa un Avemaría por la Paz y para «que Dios perdone a los que hacen la guerra, que Dios perdone a los que fabrican las armas».
La campaña tiene por objeto reunir fondos para seguir apoyando a los niños y familias cristianas -en sus hogares o en campos de refugiados- así como al sostenimiento de iglesias, conventos y sacerdotes que trabajan las zonas de conflicto, con el objetivo de que el cristianismo no desaparezca de la tierra donde nació.