Respondiendo a la petición de ayuda de su obispo, monseñor Luis Fernando Lisboa, la fundación ACN mandará apoyo existencial para cuatro congregaciones de religiosas y ayudas para los sacerdotes de la diócesis de Pemba por medio de intenciones de misa. El prelado, estima “que más de 1.100 personas han sido brutalmente asesinadas, cientos están desaparecidos y más de 200.000 han tenido que abandonar sus hogares para refugiarse en otras partes de la provincia o, últimamente, en las provincias vecinas”. Según
Mons. Lisboa, “docenas de aldeas están completamente abandonadas”. En su petición de proyecto recuerda que “la gente no cultiva [sus campos] y esto ha generado mucha hambre”.
La situación de violencia en Cabo Delgado fue también uno de los temas principales de la reunión de la Conferencia Episcopal de Mozambique, entre el 9 y el 13 de junio. En una carta dirigida a la población de Cabo Delgado y publicada al final del encuentro, los obispos denunciaron “las atrocidades que se practican en la provincia”,
llenos de tristeza al ver a la población “caminando y buscando refugio lejos, sin comida, sin ningún tipo de medio de subsistencia, con la ropa que llevan puesta y el corazón lleno de amargura”.
En el documento, los obispos agradecen el espíritu de solidaridad de los que han acogido a los desplazados, pues hay “familias que han acogido hasta 20 o 30 personas, con las que comparten la poca comida que han almacenado” pero que son “una clara manifestación de la grandeza de corazón de las personas”.
“¿Por qué tanto dolor?” se preguntan los prelados, e indican que “la causa de tanto sufrimiento tiene profundas raíces en el tiempo en que la población fue olvidada” y piden "una respuesta urgente a esta tragedia”.