Nigeria se ha convertido en uno de los países más letales para el cristianismo en el mundo. Desde hace años todo el país, y de forma más virulenta los cristianos, sufren el azote del grupo terrorista islámico «Boko Haram». A esta amenaza se le suma la pobreza, la inestabilidad del país y una crisis política teñida de violencia.
Frente a este panorama, millones de nigerianos deciden emigrar en busca de oportunidades. Así lo hizo Kenneth Iloabuchi cuando tenía 17 años: dejó a su familia para ir a estudiar a Europa. Sin embargo, nunca pensó lo que le esperaba en el camino: estuvo preso, fue víctima de la mafia, lo abandonaron en el desierto y naufragó... Pero sobrevivió y le ofreció su vida a Dios en agradecimiento.
Hoy es sacerdote en Madrid y cuenta al mundo su historia porque sabe que hay quienes padecen a diario todo el sufrimiento que significó para él dejar Nigeria.