La parroquia San José, en Sulaymaniyah, es la única iglesia de esa ciudad; es el único lugar de encuentro que tienen los cristianos que viven ahí. Todos los viernes, alrededor de 190 niños y jóvenes van a catequesis, ya que en ninguna escuela de la ciudad se dan clases de religión. Los catequistas y religiosas que los reciben, se preparan constantemente para darles una sólida formación cristiana a sus alumnos. Además, organizan distintas obras de caridad, como visitas a enfermos en hospitales y a niños en orfanatos.
Nos han pedido ayuda para financiar sus actividades de este año académico. Fortalecer la fe de los niños y jóvenes de Irak es fundamental para la permanencia del cristianismo en esa tierra.