del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), que gobierna en este estado y que afirman tener que “defenderse” de la “agresión flagrante” del gobierno federal.
Pero con las comunicaciones interrumpidas, las líneas de comunicación y los medios bloqueados, la verificación independiente de la situación resulta actualmente imposible. En los últimos días, ambas partes se han adjudicado victorias militares, incluso el TPLF derribó un avión de combate etíope. Una parte del ejército en la región habría pasado de la parte del TPLF llevándose armamento pesado, incluidos los sistemas de defensa aérea.
El temor de los observadores es que el conflicto se extienda involucrando no solo a otras regiones de Etiopía sino también a los países vecinos, Eritrea, Sudán y Somalia. Mientras que queda en un segundo plano la disputa entre Addis Abeba y El Cairo por el control de las aguas del Nilo, luego de la finalización de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (Gerd) en el Nilo Azul.