Lubna Safdar es una joven viuda católica de Sarghoda, provincia de Punjab, Pakistán. Es madre de un niño de dos años, Sharon.
La viuda cuenta a la fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre su sufrimiento tras el asesinato de su marido, Safdar Masih, y reprocha que las autoridades no iniciaran una investigación rápida del crimen, lo que evidencia la condición de segunda clase de los cristianos en el país.
Los cristianos en Pakistán son en su mayoría muy pobres y tienen pocas oportunidades de prosperar; las autoridades sistemáticamente ignoran sus necesidades y derechos. Los libros de texto de la escuela pública difaman incluso su fe.