Esta isla es importante para la historia de la Iglesia en Iberoamérica porque fue el lugar donde sufrió martirio en 1541 el primer Obispo de Cusco, que también fue uno de los primeros Obispos de Iberoamérica. La evangelización de la isla tiene un significado especial para la historia de la Iglesia local.
A pesar de esta larga historia cristiana, allí no se fundó una parroquia hasta 2018. Dicha parroquia comprende 13 localidades de la isla, y el párroco, P. Celso Miguel Montesdeoca Robles, se ha propuesto reactivar la vida de iglesia. De momento, ya se han logrado algunas cosas: así, hay catequesis para niños, adolescentes y adultos, pastoral juvenil y grupos que visitan a los enfermos. El párroco quiere que los líderes estén mejor formados y que se unan a ellos más personas dispuestas a involucrarse. Las religiosas de la congregación de las Hijas de María ayudan al párroco en su trabajo.