"Ahora, sin embargo, el dinero se está acabando", explica el padre Francisco Danízio Silva, tesorero diocesano de Itapipoca, indicando que también ha afectado el hecho de la suspensión de las misas públicas y por lo tanto de las ofrendas.
"En un momento como el que estamos pasando el apoyo de todos es muy importante. Con lo poco que tenemos todavía podemos ayudar a mucha gente. Nuestra Iglesia es pobre y necesitada pero es rica en la gracia de Dios y en gente amable y generosa", añade el padre Francisco.
Haciendo hincapié en los esfuerzos realizados y la dificultad encontrada en la recaudación de fondos, dado que a la gente ya casi no le queda nada, el tesorero diocesano destaca la gran ayuda que proporciona ACN para estas personas, que también necesitan compasión, atención y apoyo amoroso.
Finalmente, el sacerdote recuerda la importancia de ayudar al prójimo:
"una de las formas más eficaces de imitar a nuestro Señor Jesucristo, el Buen Pastor".