En Ayuda a la Iglesia que Sufre vemos con preocupación cómo el terrorismo islámico se expande por África... Atentados, masacres, secuestros, violaciones, entra tantas otras atrocidades, ocurren a diario. Sin que nadie se entere.
Somos testigos del sufrimiento de su gente y por eso hacemos todo lo posible por ayudarlos. Mientras muchos huyen, la Iglesia permanece para acompañar y atender a su gente.
Sabemos que de la presencia de los sacerdotes, las religiosas y los misioneros depende la esperanza, y en muchos casos la vida, de millones de africanos.